Rumbo al 2030 la biodiversidad pasa, dejemos que siga pasando

Por José Morales, gerente de cambio climático y biodiversidad en Iniciativa Climática de México
¿En qué lugar el maíz no sólo alimenta, también une, celebra y cuenta historias? ¿En dónde una flor es altar y medicina? En México esa síntesis sucede con una raíz en común: la biodiversidad. Esta palabra fue creada en la década de 1980 para referir vida, para decir variedad. No fue una única voz la que sugirió el término, sino varias. Es resultado de una creación colectiva de científicos que buscaban sintetizar las múltiples formas de vida.
Esas voces encontraron una palabra para hablar de la variedad de plantas, hongos y animales. Todo lo que respira, crece y se transforma. Biodiversidad.
Necesitaban una palabra que explicara cómo pasa la vida. Porque gracias a esta variedad pasan cosas en el mundo, pasan en México:
Pasan más de 60 razas de maíces nativos.
Pasan el mole poblano, mole verde, mole negro, mole amarillo y otros más.
Pasan los saberes vivos de remedios, alimentos y rituales.
Pasan los manglares que protegen y crían.
Pasa el cenzontle que canta.
Todo pasa, pero nada garantiza que pase mañana. La vida se encuentra amenazada, por una deforestación que avanza en selvas y bosques. Amenazada por la contaminación de nuestra tierra y agua, por el tráfico de especies que llega a las casas y cruza océanos, por el cambio climático que transforma la vida.
En el 2030, los países, incluyendo México, presentarán los avances de un gran número de compromisos globales: el Acuerdo de París, el Marco Mundial de Biodiversidad o los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos acuerdos han ganado espacio en nuestras conversaciones, ya no es raro escuchar de la crisis climática, y las naciones han empezado a actuar para atender estos compromisos. Sin embargo, sólo conservando la biodiversidad existe la posibilidad de alcanzarlos, es la pieza en común, la pieza única.
Pensemos en las hormigas: se calcula que existen cerca de 12,500 especies en el mundo. Su variedad va de la mano de los espacios que habitan. Sin esa variedad todos perdemos. Ellas ayudan en la dispersión de semillas, controlan plagas, o ayudan a la fertilización de los suelos. El cambio climático, les afecta y con ello se trastoca la red de vida. La biodiversidad que hace posible que pasen cosas.
La biodiversidad no es sólo cosa de expertos. En México, por ejemplo, es asunto de personas que comen, beben, disfrutan y sueñan un futuro con la vida. En el marco del Día Mundial de la Diversidad Biológica, celebrado cada 22 de mayo, vale la pena mirar un poco a nuestro entorno para entender por qué estas crisis, profundamente conectadas, amenazan nuestra vida. Si la temperatura sube más de 2 °C, un tercio de las especies que habitan el planeta podrían desaparecer. Si las perdemos, perderemos sabores, fiestas, historias, nuestro pasado común, y un futuro posible.
Frente a esto, la conservación de la biodiversidad no es tarea secundaria, es el centro de las soluciones: climáticas, sociales, económicas, es construir el futuro desde lo que hace único a México. El 2030 no es una fecha lejana, sino cada vez más cercana; es además, una meta compartida, una meta desde la cual vivir.
Y soñar: haciendo que las cosas que sólo pasan en México, puedan seguir pasando.
Este articulo es la columna de Jóse Morales escrita en: https://greentology.life/2025/06/05/greentology-edicion-no-38-junio-2025/