Iniciativa Climática de México

ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia

Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

Encíclica Laudato si’. Sobre el cuidado de la casa común

Ciudad de México, 21 de abril de 2025.- El legado del papa Francisco (1936-2025) se traduce en diversos ámbitos dentro del mundo católico y fuera de éste. Una de sus contribuciones más celebradas es la encíclica Laudato si’. Sobre el cuidado de la casa común, emitida el 18 de junio de 2015, en la cual retomó las discusiones sobre el tipo de desarrollo al que la humanidad debiera aspirar. Se considera que en este texto, el papa recuperó reflexiones de la filosofía medioambiental en el contexto de la teología moral católica. En lo que fue la primera encíclica de su papado, Francisco ubicó en el centro las dos crisis de nuestro tiempo: desarrollo y medio ambiente. 

Se reconoce que logró alinear, por primera vez en la historia de la Iglesia católica, las preocupaciones en torno a la pobreza y a la crisis climática. En América Latina, Laudato si’ fue bien recibida por ambientalistas que venían cuestionando la destrucción de la naturaleza a manos de intereses ligados al carbón y al petróleo. El título de la encíclica, el papa lo tomó de un cántico del siglo XIII de San Francisco de Asís, y significa “alabado seas”. Su objetivo fue hacer un llamado a cambiar actitudes, comportamientos, políticas y a asumir responsabilidad por los daños causados al entorno natural debido a un paradigma económico que margina a los pobres y olvida la solidaridad. Asimismo, puntualizó que la crisis ecológica invita a una profunda conversión interna. 

En ICM continuaremos trabajando con organizaciones como la Arquidiócesis Primada de México y el IMDOSOC en la divulgación del mensaje de Laudato si’. En particular, su llamado a considerar que el cuidado de los ecosistemas supone una mirada que va más allá de lo inmediato y que debe atender los altísimos costos de la degradación ambiental, e implica modificar las grandes estructuras ineficientes que gastan energía y agua en exceso, así como transformar una cultura del descarte. 

“Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas”. 

Texto completo de la encíclica Laudato si’: https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

Sobre el trabajo de ICM con IMDOSOC y la Arquidiócesis Primada de México: https://www.imdosoc.org/post/acciones-desde-laudato-si

 

Para una discusión sobre la encíclica Laudato si’ en el ámbito académico medioambiental véase: Environment: Science and Policy for Sustainable Development, Vol. 57, no. 6, oct. 2015.

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