México puede liderar con ambición climática, justicia social y participación efectiva en la COP30

México puede liderar con ambición climática, justicia social y participación efectiva en la COP30 Ciudad de México a 29 de mayo 2025.- Durante un encuentro rumbo a la trigésima Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP30 por sus siglas en inglés), que reunió a Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y miembros de cerca de 40 organizaciones de la sociedad civil, se coincidió en que esta cumbre representa una oportunidad clave para que los países que forman parte de la convención, incluido México, presenten compromisos climáticos robustos vinculados a políticas y financiamiento que permitan su implementación. En este espacio de diálogo, ocurrido en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se destacó que una acción climática efectiva y justa sólo será posible si gobierno, sociedad civil, sector privado y comunidades trabajan de manera conjunta y coordinada para cumplir con los compromisos globales. Los representantes de las organizaciones pudieron resaltar ante la CMNUCC aquellos temas y políticas que consideran clave para abordar en la COP30 y en la actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) de México, así como los desafíos para avanzar en la implementación de metas ambiciosas. Simon Stiell subrayó que una política climática sólida puede ser un catalizador para alcanzar los objetivos sociales, económicos y ambientales de México: más empleo, innovación, inversión y menor desigualdad. Sin embargo, enfatizó que la acción climática solo será eficaz si es inclusiva y llega a todas las comunidades: urbanas, rurales, indígenas y aquellas en situación de pobreza. En este contexto, la titular de la Semarnat, Alicia Bárcena Ibarra, quien encabezó la presentación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) con rumbo a la COP30, aseguró que México se está preparando para lograr una NDC ambiciosa, concreta y realista en temas de mitigación, adaptación y transición hacia una economía circular en todos los sectores clave del país. Explicó que el objetivo es mitigar el 35% de gases de efecto invernadero al 2030 de manera no condicionada, es decir que entre todos los sectores se debe alcanzar una reducción de al menos 140 millones de toneladas de carbono. Además de la ambición, dijo que con esto “…queremos dar señales claras a los sectores productivos, a las inversiones […] porque queremos inversiones sostenibles en el país, y no cualquier inversión y a cualquier costo”. Asimismo, José Luis Samaniego Subsecretario de Desarrollo Sostenible y Economía Circular, de la SEMARNAT reiteró que México está retomando un rol protagónico en la agenda climática internacional. “La próxima NDC, que incorporará una mayor ambición acompañada de un robusto respaldo técnico y de políticas públicas adecuadas, será clave para consolidar el liderazgo de México en la región. Pronto arrancará el proceso para empezar las consultas multi-actor de la NDC y los grupos sociales y organizaciones civiles son clave para construir e implementar esta nueva NDC; todas las contribuciones son valiosas y serán tomadas en cuenta”. Si bien se reconoció que la COP30, a celebrarse en noviembre próximo en Belém, Brasil, no resolverá todos los desafíos, sí ofrece una oportunidad estratégica para alinear y escalar los compromisos climáticos: “La agenda climática de México debe estar respaldada por políticas nacionales ambiciosas, viables y justas. No es momento para más diagnósticos, sino para decisiones que impulsen una acción climática efectiva, regional y global”, destacó Adrián Fernández Bremauntz, Director de Iniciativa Climática de México (ICM). Con políticas integrales y mecanismos adecuados, México puede demostrar que es posible alinear el desarrollo económico con la justicia social y la acción climática. Esto requiere marcos regulatorios sólidos, instrumentos financieros innovadores, mejores mecanismos de implementación y evaluación, y espacios participativos que garanticen la implementación efectiva de la NDC. “Desde la sociedad civil organizada, reiteramos nuestro compromiso para ser parte activa de la solución: contribuyendo con propuestas técnicas, vigilancia constructiva y articulación social que hagan realidad una transición energética justa, incluyente y sostenible”, puntualizó Fernández Bremauntz. Durante su reciente visita a México, el Secretario Ejecutivo Stiell, concluyó que es vital “diseñar soluciones climáticas en conjunto con los agentes locales, sociedad civil, gobiernos estatales y municipales y las comunidades indígenas -quienes poseen conocimientos tradicionales y una profunda conexión con sus territorios- es fundamental para una respuesta climática justa y eficaz. Facebook Twitter LinkedIn Noticias recientes Electromovilidad: necesaria pero no suficiente Leer más ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia Leer más Cumbre climática urge movilizar el financiamiento climático en México Leer más
Comunidad Climática Mexicana presenta herramienta para impulsar el financiamiento climático en proyectos de gobiernos subnacionles

Comunidad Climática Mexicana presenta herramienta para impulsar el financiamiento climático en proyectos de gobiernos subnacionales El empoderamiento de los gobiernos estatales y municipales a través del acceso a recursos de financiamiento es un requisito para enfrentar la crisis climática. La herramienta consta de documentos descargables, videos y plantillas de trabajo que se pueden consultar en: https://recursos.comunidadclimaticamexicana.mx/herramientas. Ciudad de México, 20 de mayo de 2025.- La Comunidad Climática Mexicana (CCM) presentó la Herramienta para la estructuración de proyectos climáticos subnacionales que ayuda a transformar iniciativas locales en proyectos sólidos y alineados con los requisitos de financiamiento nacionales e internacionales. El instrumento digital y gratuito está dirigido a gobiernos estatales y municipales, así como a otros organismos públicos y consultores independientes que requieran recursos para desarrollar proyectos que atiendan la crisis climática. Los estados y municipios representan la primera línea de defensa contra el cambio climático. Se calcula que la inversión en proyectos climáticos debe ser equivalente al 7% del PIB anual y, de esos recursos el 80% requiere ser destinado a gobiernos subnacionales. Sin embargo, se observan rezagos para generar las condiciones y capacidades que faciliten el acceso a financiamiento para iniciativas que aceleren la descarbonización de la economía y su transición justa e incluyente, así como para enfrentar los efectos adversos del cambio climático y potenciar las oportunidades. “Hemos detectado que los gobiernos subnacionales enfrentan dificultades para acceder a financiamiento y emitir deuda sostenible. Presentan capacidades limitadas para estructurar proyectos que sean técnica y financieramente viables. Se mueven en un contexto de escasa recaudación fiscal para estas iniciativas, fondos federales insuficientes, incertidumbre jurídica para alianzas público-privadas y falta de coordinación interinstitucional”, puntualizó Avelina Ruiz, subdirectora de política climática de ICM. La herramienta se desarrolló a partir de un acompañamiento técnico y financiero con doce gobiernos subnacionales, y amplias consultas con instituciones federales, banca privada, banca de desarrollo y agencias de cooperación internacional, a fin de entender los elementos clave que son necesarios para financiar proyectos climáticos. Este esfuerzo de colaboración fue coordinado por la CCM, iniciativa conformada por la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE), la Iniciativa Climática de México (ICM), el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) y el apoyo de UK Pact México. “Los beneficios de la herramienta son múltiples: ayuda a fortalecer proyectos climáticos con modelos de negocio y financieros sólidos e innovadores; prioriza la perspectiva de equidad de género e inclusión social; y hace visible cómo se contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la adaptación de sistemas vulnerables”, destacó Saúl Pereyra, gerente de acción climática de WRI México. Participaron en el diseño de la herramienta actores locales de diferentes regiones del país. Fue construida a partir de lecciones aprendidas con los gobiernos de Baja California Sur, Querétaro, Tabasco, Tamaulipas y de municipios del Estado de México, Puebla, Veracruz, Jalisco y Yucatán, entre otros. La herramienta consta de once módulos que orientan al usuario a planear y desarrollar proyectos climáticos de mitigación y adaptación. “Ofrece una guía sobre cómo identificar fuentes de financiamiento dependiendo del sector en el que se quiera incidir: por ejemplo, energía, transporte, residuos o agricultura. Acompaña al usuario a llevar a cabo un diagnóstico sobre el avance de su proyecto, y ayuda a que los proyectos se estructuren con objetivos climáticos claros y ambiciosos”, puntualizó Mónica Díaz, responsable de proyecto de política climática de ICM. En ese sentido, esta iniciativa responde a un esfuerzo internacional por apoyar el desarrollo de capacidades locales mediante la colaboración y el acompañamiento. En palabras de Héctor Luna, gerente de UK Pact México: “Para el Gobierno del Reino Unido, es una prioridad invertir en el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento de habilidades a nivel local. De esta manera, los distintos actores estarán en mejor posición de acceder a financiamiento climático y avanzar en la implementación de proyectos sostenibles, con beneficios concretos en el ámbito social, económico y ambiental”. El financiamiento climático es un indicador central para evidenciar los avances en materia de mitigación y adaptación en las entidades subnacionales. Robustece los avances existentes en localidades en materia legislativa, planes de desarrollo, programas sectoriales y políticas diseñadas para traducirse en metas de descarbonización ambiciosas que, finalmente, garantizarán la implementación de medidas acordes con el Acuerdo de París. La CCM impulsa estos esfuerzos de colaboración toda vez que el cumplimiento de las metas climáticas de cada país se evidenciará en el ámbito subnacional. “El financiamiento climático es ya un asunto central que incluye los recursos que los países puedan aportar para financiar sus proyectos climáticos y aquellos que deberán canalizar por fuentes externas. Asimismo, será esencial priorizar la búsqueda de un equilibrio entre el financiamiento que se destina para acelerar la descarbonización y el que ayudará a construir resiliencia”, puntualizó Angélica Vesga, directora de asuntos públicos y comunicación, WRI México. 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Electromovilidad: necesaria pero no suficiente

Electromovilidad: necesaria pero no suficiente Por Verónica Garibay y Adrián Fernández Bremauntz. El reciclaje es considerado por la mayoría de las personas como la acción más importante para reducir el cambio climático, según una encuesta realizada por la consultora global IPSOS en 2021 sobre la crisis climática. Evitar el consumo de carne y de fast-fashion también han adquirido mucha popularidad en las redes sociales como medidas efectivas para reducir la llamada huella de carbono personal. Es decir, las emisiones de gases de efecto invernadero que produce cada persona en función de los medios de transporte que utiliza, la cantidad de energía que usa en el hogar, los tipos de alimentos que más prefiere y sus hábitos de consumo en general. Sin embargo, un estudio del World Resources Institute, publicado el 9 de abril pasado, muestra que, si bien estas acciones son benéficas, cambiar hacia formas de movilidad sustentable es mucho más efectivo. Durante la pandemia, mi amiga G se mudó fuera de la CDMX, aprovechando las condiciones de trabajo remoto que adoptaron tantas empresas. Finalmente tenía un jardín para sus hijos y su perro, una cocina grande y un espacio para que ella y su esposo hicieran home-office. Dos años después vendió la mitad de los muebles y los juegos de jardín que había comprado y regresó a vivir en un departamento que renta por aproximadamente el mismo monto que su casa del triple de superficie en otra ciudad. “Cuando terminó la pandemia yo usaba el coche para todo, mi esposo viajaba a la CDMX cada semana y lo veíamos poco, comía muy mal y tenía cansancio crónico y ansiedad. Ahora caminamos todas las mañanas para llevar a mis hijos a la escuela, mi esposo se va en bici a su trabajo, conocemos a nuestros vecinos y comemos juntos todos los días. Tenemos todos los servicios cerca y prácticamente no uso mi camioneta, salvo para viajar fuera de la ciudad. Sí, el espacio es más pequeño, no tenemos jardín, pero nos evitamos el estrés del tráfico, convivimos más, hacemos ejercicio y no gastamos en gasolina”. Ahora bien ¿qué es la movilidad sustentable? Es importante plantear esta pregunta para evitar confundirla con la electromovilidad. La primera comprende un esquema jerarquizado de acciones que ubica en primer lugar evitar los traslados, después cambiar el modo de movernos y finalmente mejorar las tecnologías disponibles para hacerlo. Es decir, la electromovilidad abarcaría un aspecto de un esquema más amigable con el medio ambiente (siempre y cuando la carga del vehículo sea con electricidad generada libre de emisiones contaminantes), pero por sí sola es insuficiente para descarbonizar el transporte. Cambiar el modo en que nos movemos y, en última instancia, evitar los desplazamientos, representan retos muy complejos en las ciudades que han crecido hacia las periferias, donde las viviendas y los centros de trabajo, los lugares de recreación, comercios, servicios y escuelas se encuentran lejos entre sí. Además de provocar congestión vial, contaminación, ruido y estrés para la población, esta situación ocasiona que, en promedio, los hogares mexicanos destinen cerca del 20% de sus ingresos al transporte. La mayoría de la población aspira a adquirir un auto para desplazarse, a falta de transporte público suficiente, seguro y accesible y de infraestructura adecuada para caminar. Paradójicamente, las personas con menores ingresos enfrentan más obstáculos para vivir sin auto, pues la compra y renta de vivienda cerca de donde hay más actividad comercial y de servicios está lejos de su alcance presupuestal. Sin embargo, con el suficiente poder adquisitivo, familias como la de G pueden optar por vivir más cerca de todo. Al reducir las distancias entre su hogar y las diferentes actividades que realizan diariamente, evitan prácticamente todos los desplazamientos que antes hacían en su camioneta, cambiaron radicalmente la manera en que se mueven y redujeron drásticamente sus emisiones cotidianas. Vivir car-free es, de hecho, la medida con mayor impacto para reducir las emisiones personales, mucho más efectiva que reciclar, hacer composta, o dejar de comer carne. Además, la movilidad activa (caminar, usar la bicicleta u otros medios no motorizados) mejora la salud física y mental, la convivencia familiar y la relación con la comunidad. A escala urbana, reduce la congestión vial, el ruido y los accidentes viales. ¿Cómo lograr que la vida sin auto sea accesible para todos, independientemente del ingreso o la ubicación? Se requiere una combinación de: condiciones del entorno físico; alternativas accesibles de transporte público; el interés personal y un cambio sociocultural que comprenda todos los ámbitos de la actividad urbana. Viviendas, vialidades, banquetas y cruces peatonales deben atender primero las necesidades de los peatones, en segundo lugar las del transporte público; en tercer lugar la de los vehículos particulares eléctricos (incluyendo vehículos de 2 y 3 ruedas) y finalmente las de los vehículos individuales motorizados. Las reconfiguraciones del espacio público con este propósito en algunas zonas de distintas ciudades del país han promovido, aunque lentamente, cambios en la manera en que se percibe y se usa el espacio. Pero hace falta una transformación radical que no solo está en manos del gobierno. Esta transformación debe ser, en primer lugar, cultural, relacionada con los hábitos, tradiciones e inercias de comportamiento de las personas. Se requiere descentralizar al auto y reubicarlo en un lugar de herramienta, dejar de verlo como un fin en sí mismo, como objeto de deseo y sujeto de protección y privilegio por encima de las personas. Las ciudades surgieron por la necesidad de las personas de vivir en comunidad para satisfacer sus necesidades. Debemos recuperar este propósito para que el futuro posible sea uno en el que las ciudades ofrezcan una movilidad sostenible para todos sus habitantes. ¿O es que realmente queremos un futuro lleno de cybertrucks? Este texto se publicó en Expansión ESG el 9 de mayo de 2025 https://esg.expansion.mx/opinion/2025/05/09/electromovilidad-necesaria-pero-no-suficiente Facebook Twitter LinkedIn Noticias recientes Electromovilidad: necesaria pero no suficiente Leer más ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia Leer más Cumbre climática urge movilizar el financiamiento climático en
ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia

ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura. Encíclica Laudato si’. Sobre el cuidado de la casa común Ciudad de México, 21 de abril de 2025.- El legado del papa Francisco (1936-2025) se traduce en diversos ámbitos dentro del mundo católico y fuera de éste. Una de sus contribuciones más celebradas es la encíclica Laudato si’. Sobre el cuidado de la casa común, emitida el 18 de junio de 2015, en la cual retomó las discusiones sobre el tipo de desarrollo al que la humanidad debiera aspirar. Se considera que en este texto, el papa recuperó reflexiones de la filosofía medioambiental en el contexto de la teología moral católica. En lo que fue la primera encíclica de su papado, Francisco ubicó en el centro las dos crisis de nuestro tiempo: desarrollo y medio ambiente. Se reconoce que logró alinear, por primera vez en la historia de la Iglesia católica, las preocupaciones en torno a la pobreza y a la crisis climática. En América Latina, Laudato si’ fue bien recibida por ambientalistas que venían cuestionando la destrucción de la naturaleza a manos de intereses ligados al carbón y al petróleo. El título de la encíclica, el papa lo tomó de un cántico del siglo XIII de San Francisco de Asís, y significa “alabado seas”. Su objetivo fue hacer un llamado a cambiar actitudes, comportamientos, políticas y a asumir responsabilidad por los daños causados al entorno natural debido a un paradigma económico que margina a los pobres y olvida la solidaridad. Asimismo, puntualizó que la crisis ecológica invita a una profunda conversión interna. En ICM continuaremos trabajando con organizaciones como la Arquidiócesis Primada de México y el IMDOSOC en la divulgación del mensaje de Laudato si’. En particular, su llamado a considerar que el cuidado de los ecosistemas supone una mirada que va más allá de lo inmediato y que debe atender los altísimos costos de la degradación ambiental, e implica modificar las grandes estructuras ineficientes que gastan energía y agua en exceso, así como transformar una cultura del descarte. “Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas”. Texto completo de la encíclica Laudato si’: https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html Sobre el trabajo de ICM con IMDOSOC y la Arquidiócesis Primada de México: https://www.imdosoc.org/post/acciones-desde-laudato-si Para una discusión sobre la encíclica Laudato si’ en el ámbito académico medioambiental véase: Environment: Science and Policy for Sustainable Development, Vol. 57, no. 6, oct. 2015. Facebook Twitter LinkedIn Noticias recientes ICM reconoce el legado de Francisco en pro de resolver la crisis ambiental con justicia Leer más Cumbre climática urge movilizar el financiamiento climático en México Leer más Organizaciones de la sociedad civil apoyan la transición energética planteada por la presidenta Sheinbaum Leer más